lunes, 31 de agosto de 2020
2020 HÁBLAME DE TI: Día 184 un curso de milagros
2020 HÁBLAME DE TI: Día 184 un curso de milagros: Ofrenda 244 en mi árbol de fuertes y profundas raíces 2020 1. Vives a base de símbolos. Has inventado nombres para todas la...
Día 184 un curso de milagros
Ofrenda 244 en mi árbol de fuertes y profundas raíces 2020
1. Vives a base de símbolos. Has inventado nombres para todas las
cosas que ves. Cada una de ellas se ha convertido en una entidad aparte, identificada
por su propio nombre. De esta manera la segregas de la unidad. De esta manera
designas sus atributos especiales y la distingues de otras cosas al hacer
hincapié en el espacio que la rodea. Éste es el espacio que interpones entre
todas las cosas a las que has dado un nombre diferente; entre todos los
acontecimientos desde el punto de vista del tiempo y del lugar en que
ocurrieron, así como entre todos los cuerpos que se saludan con un nombre.
2. Este espacio, al que ves como lo que separa unas cosas de
otras, es el medio a través del cual tiene lugar la percepción del mundo. Ves
algo allí donde no hay nada y, asimismo, no ves nada donde hay unidad; ves un
espacio entre todas las cosas, así como entre todas las cosas y tú. De esa
manera, crees haber "creado" vida en la separación. Y debido a esta
división crees ser una unidad que opera con una voluntad independiente.
3. ¿Qué son todos esos nombres mediante los cuales el mundo se
convierte en una serie de acontecimientos independientes, de cosas desunidas y
de cuerpos que se mantienen aparte y que contienen fragmentos de mente como si
de conciencias separadas se tratase? Tú les diste esos nombres, dando lugar a
la percepción tal como querías que fuese. A las cosas sin nombre se les dio
nombre y de esta manera se les dio también realidad. Pues a lo que se le da un
nombre se le da significado y, de este modo, se considera significativo: una
causa que produce efectos reales, con consecuencias inherentes a sí misma.
4. Así es como se construye la realidad a base de una visión
parcial, la cual se contrapone deliberadamente a lo que de hecho es la verdad.
Su enemigo es la unidad. Concibe cosas sin importancia y las contempla. Y la
ausencia de espacio, así como la sensación de unidad o la visión que ve de
manera distinta, se convierten en las amenazas que debe superar, combatir y
negar.
5. Esta otra visión, no obstante, sigue siendo aún la dirección natural
para que la mente canalice su percepción. Es difícil enseñarle a la mente miles
de nombres extraños, y luego mil más. No obstante, crees que eso es lo que
significa aprender y que es el objetivo principal por medio del cual se puede
entablar comunicación y compartir conceptos de manera que tengan sentido.
6. Ésta es la suma total de la herencia que el mundo dispensa. Y
todo aquel que aprende a pensar que ello es cierto, acepta los signos y los
símbolos que afirman que el mundo es real. Eso es lo que propugnan. No dan
lugar a que se dude de que lo que tiene nombre no esté ahí. Se puede ver, tal
como es de esperar. Lo que niega que ello es verdad es lo que es una ilusión,
pues lo que tiene nombre es la realidad suprema. Cuestionarlo es una locura,
pero aceptar su presencia es prueba de cordura.
7. Tal es la enseñanza del mundo. No obstante, es una fase de
aprendizaje por la que todo el que viene aquí tiene que pasar. Mas cuanto antes
se perciba su base, lo cuestionable de sus premisas y cuán dudosos son sus
resultados, más pronto se pondrá en duda sus efectos. El aprendizaje que se
limita. a lo que el mundo enseña se queda corto en lo que respecta al
significado. Debidamente empleado, puede servir como punto de partida desde
donde se puede comenzar otro tipo de aprendizaje, adquirir una nueva
percepción, y desde donde se pueden erradicar todos los nombres arbitrarios que
el mundo confiere al ser puestos en duda.
8. No creas que fuiste tú quien hizo el mundo. ¡Las ilusiones, sí!
Mas lo que es cierto en la tierra y en el Cielo está más allá de tu capacidad
de nombrar. Cuando llamas a un hermano es a su cuerpo a lo que te diriges. Su
verdadera Identidad queda oculta debido a lo que crees que él es realmente. Su
cuerpo responde al nombre con que lo llamas, pues su mente ha consentido en
aceptar ese nombre que le das como su nombre. Y de esta manera, su unidad queda
doblemente negada, pues tú lo percibes como algo separado de ti, y él acepta
como propio ese nombre separado.
9. Sería en verdad extraño si se te pidiese que fueses más allá de
todos los símbolos del mundo y los olvidaras para siempre, y, al mismo tiempo,
se te pidiera asumir una función docente. Todavía tienes necesidad de usar los
símbolos del mundo. Mas no te dejes engañar por ellos. No representan nada en
absoluto, y éste será el pensamiento que en tus prácticas te liberará de ellos.
Los símbolos no son sino medios a través de los cuales puedes comunicarte de
manera que el mundo te pueda entender, pero reconoces que no son la unidad en
la que puede hallarse la verdadera comunicación.
10. Así pues, lo que necesitas cada día son intervalos en los que las
enseñanzas del mundo se convierten en una fase transitoria: una prisión desde
la que puedes salir a la luz del sol y olvidarte de la oscuridad. Ahí entiendes
la Palabra, el Nombre que Dios te ha dado; la única Identidad que comparten
todas las cosas; el reconocimiento de lo que es verdad. Y luego vuelves a la
oscuridad, no porque creas que es real, sino sólo para proclamar su irrealidad
usando términos que aún tienen sentido en el mundo regido por la oscuridad.
11. Usa todos los nombres y símbolos nimios que caracterizan el mundo
de la oscuridad. Mas no los aceptes como tu realidad. El Espíritu Santo se vale
de todos ellos, pero no se olvida de que la creación tiene un solo Nombre, un
solo Significado y una sola Fuente que une a todas las cosas dentro de Sí
Misma. Usa todos los nombres que el mundo da a esas cosas, pero sólo por
conveniencia, mas no te olvides de que comparten el Nombre de Dios junto
contigo.
12. Dios no tiene nombre. Sin embargo, Su Nombre se convierte en la
lección final de que todas las cosas son una y con esta lección finaliza todo
aprendizaje. Todos los nombres se unifican, todo espacio queda lleno con el
reflejo de la verdad. Toda brecha se cierra y la separación se subsana. El
Nombre de Dios es la herencia que Él les dio a los que eligieron que las
enseñanzas del mundo ocupasen el lugar del Cielo. Lo que nos proponemos en
nuestras prácticas es dejar que nuestras mentes acepten lo que Dios ha dado
como respuesta a la mísera herencia que tú fabricaste como justo tributo para
el Hijo que Él ama.
13. Nadie que busque el significado del Nombre de Dios puede
fracasar. La experiencia es necesaria como complemento de la Palabra. Pero
primero tienes que aceptar que Su Nombre abarca toda la realidad y reconocer
que los innumerables nombres que diste a todos sus aspectos han distorsionado
lo que ves, pero no han afectado a la verdad en absoluto. Invocamos un solo
Nombre en nuestras prácticas. Y nos valemos de un solo Nombre para unificar
nuestra visión.
14. Y si bien utilizamos un nombre distinto para cada aspecto de la
conciencia del Hijo de Dios, comprendemos que todos comparten el mismo Nombre,
el cual Él les ha dado. Este es el Nombre que usamos en nuestras prácticas. Y
al usarlo, todas las separaciones insensatas que nos mantenían ciegos
desaparecen. Y se nos concede la fortaleza necesaria para poder ver más allá de
ellas. Ahora nuestra vista queda bendecida con las bendiciones que podemos dar
según las recibimos.
15. Padre, nuestro Nombre es el Tuyo. En Él estamos unidos con toda
cosa viviente, y Contigo que eres su único Creador. Lo que hemos hecho y a lo
que hemos dado muchos nombres diferentes no es sino una sombra que hemos
tratado de arrojar sobre Tu Realidad. Y nos sentimos contentos y agradecidos de
haber estado equivocados. Te entregamos todos nuestros errores, a fin de ser
absueltos de cuantos efectos parecían tener. Y aceptamos la verdad que Tú nos
das en lugar de cada uno de ellos. Tu Nombre es nuestra salvación y la manera
de escapar de lo que nosotros mismos hemos hecho. Tu Nombre nos une en la
unicidad que es nuestra herencia. y nuestra paz. Amén.
domingo, 30 de agosto de 2020
2020 HÁBLAME DE TI: Día 183 un curso de milagros
2020 HÁBLAME DE TI: Día 183 un curso de milagros: Ofrenda 243 para mi árbol de logros 2020, 1. El Nombre de Dios es sagrado, pero no es más sagrado que el tuyo. Invocar Su Nomb...
Día 183 un curso de milagros
Ofrenda 243 para mi árbol de logros 2020,
1. El Nombre de Dios es sagrado, pero no es más sagrado que el
tuyo. Invocar Su Nombre es invocar el tuyo. Un padre le da su nombre a su hijo
y, de este modo, identifica a su hijo con él. Sus hermanos comparten su nombre
y, así, están unidos por un vínculo en el que encuentran su identidad. El
Nombre de tu Padre te recuerda quién eres incluso en un mundo que no lo sabe, e
incluso cuando tú mismo no lo has recordado.
2. El Nombre de Dios no puede ser oído sin que suscite una
respuesta, ni pronunciado sin que produzca un eco en la mente que te exhorta a
recordar. Di Su Nombre, y estarás invitando a los ángeles a que rodeen el lugar
en el que te encuentras, a cantarte según despliegan sus alas para mantenerte a
salvo y a protegerte de cualquier pensamiento mundano que quisiera mancillar tu
santidad.
3. Repite el Nombre de Dios, y el mundo entero responderá
abandonando las ilusiones. Todo sueño que el mundo tenga en gran estima de
repente desaparecerá, y allí donde parecía encontrarse hallarás una estrella,
un milagro de gracia. Los enfermos se levantarán, curados ya de sus
pensamientos enfermizos. Los ciegos podrán ver y los sordos oír. Los afligidos
abandonarán su duelo, y sus lágrimas de dolor se secarán cuando la risa de
felicidad venga a bendecir al mundo.
4. Repite el Nombre de Dios y todo nombre nimio deja de tener
significado. Ante el Nombre de Dios, toda tentación se vuelve algo indeseable y
sin nombre. Repite Su Nombre, y verás cuán fácilmente te olvidas de los nombres
de todos los dioses que honrabas. Pues habrán perdido el nombre de dios que les
otorgabas. Se volverán anónimos y dejarán de ser importantes para ti, si bien,
antes de que dejases que el Nombre de Dios reemplazase a sus nimios nombres, te
postrabas reverente ante ellos llamándolos dioses.
5. Repite el Nombre de Dios e invoca a tu Ser, Cuyo Nombre es el
Suyo. Repite Su Nombre, y todas las cosas insignificantes y sin nombre de la
tierra se ven en su correcta perspectiva. Aquellos que invocan el Nombre de
Dios no pueden confundir lo que no tiene nombre con el Nombre, el pecado con la
gracia, ni los cuerpos con el santo Hijo de Dios. Y si te unes a un hermano
mientras te sientas con él en silencio y repites dentro de tu mente quieta el
Nombre de Dios junto con él, habrás edificado ahí un altar que se eleva hasta
Dios Mismo y hasta Su Hijo.
6. Practica sólo esto hoy: repite el Nombre de Dios lentamente una
y otra vez. Relega al olvido cualquier otro nombre que no sea el Suyo. No oigas
nada más. Deja que todos tus pensamientos se anclen en Esto. No usaremos
ninguna otra palabra, excepto al principio, cuando repetimos la idea de hoy una
sola vez. Y entonces el Nombre de Dios se convierte en nuestro único
pensamiento, nuestra única palabra, lo único que ocupa nuestras mentes, nuestro
único deseo, el único sonido que tiene significado y el único Nombre de todo lo
que deseamos ver y de todo lo que queremos considerar nuestro.
7. De esta manera extendemos una invitación que jamás puede ser
rechazada. Y Dios vendrá, y Él Mismo responderá a ella. No pienses que Él oye
las vanas oraciones de aquellos que lo invocan con nombres de ídolos que el
mundo tiene en gran estima. De esa manera nunca podrán llegar a Él. Dios no puede
oír peticiones que le pidan que no sea Él Mismo o que Su Hijo reciba otro
nombre que no sea el Suyo.
8. Repite el Nombre de Dios, y lo estarás reconociendo como el
único Creador de la realidad. Y estarás reconociendo asimismo que Su Hijo es
parte de Él y que crea en Su Nombre. Siéntate en silencio y deja que Su Nombre
se convierta en la idea todo abarcadora que absorbe tu mente por completo. Acalla
todo pensamiento excepto éste. Deja que ésta sea la respuesta para cualquier
otro pensamiento, y observa cómo el Nombre de Dios reemplaza a los miles de
nombres que diste a todos tus pensamientos, sin darte cuenta de que sólo hay un
Nombre para todo lo que existe y jamás existirá.
9. Hoy puedes alcanzar un estado en el que experimentarás el don
de la gracia. Puedes escaparte de todas las ataduras del mundo, y ofrecerle a
éste la misma liberación que tú has encontrado. Puedes recordar lo que el mundo
olvidó y ofrecerle lo que tú has recordado. Puedes también aceptar el papel que
te corresponde desempeñar en su salvación, así como en la tuya propia. Y ambas
se pueden lograr perfectamente.
10. Recurre al Nombre de Dios para tu liberación y se te concederá. No
se necesita más oración que ésta, pues encierra dentro de sí a todas las demás.
Las palabras son irrelevantes y las peticiones innecesarias cuando el Hijo de
Dios invoca el Nombre de su Padre. Los Pensamientos de su Padre se vuelven los
suyos propios. El Hijo de Dios reivindica su derecho a todo lo que su Padre le
dio, le está dando todavía y le dará eternamente. Lo invoca para dejar que
todas las cosas que creyó haber hecho queden sin nombre ahora, y en su lugar el
santo Nombre de Dios se convierta en el juicio que él tiene de la
intranscendencia de todas ellas.
11. Todo lo insignificante se acalla. Los pequeños sonidos ahora son
inaudibles. Todas las cosas vanas de la tierra han desaparecido. El universo
consiste únicamente en el Hijo de Dios, que invoca a su Padre. Y la Voz de su
Padre responde en el santo Nombre de su Padre. La paz eterna se encuentra en
esta eterna y serena relación, en la que la comunicación transciende con creces
todas las palabras, y, sin embargo, supera en profundidad y altura todo aquello
que las palabras jamás pudiesen comunicar. Queremos experimentar hoy esta paz en
el Nombre de nuestro Padre. Y en Su Nombre se nos concederá.
sábado, 29 de agosto de 2020
2020 HÁBLAME DE TI: Día 182 un curso de milagros
2020 HÁBLAME DE TI: Día 182 un curso de milagros: Ofrenda 242 para mi fecundo árbol de milagros. 1. Este mundo en el que pareces vivir no es tu hogar. Y en algún recodo de tu mente...
Día 182 un curso de milagros
Ofrenda 242 para mi fecundo árbol de milagros.
1. Este mundo en el que pareces vivir no es tu hogar. Y en algún
recodo de tu mente sabes que esto es verdad. El recuerdo de tu hogar sigue
rondándote, como si hubiera un lugar que te llamase a regresar, si bien no
reconoces la voz, ni lo que ésta te recuerda. No obstante, sigues sintiéndote
como un extraño aquí, procedente de algún lugar desconocido. No es algo tan
concreto que puedas decir con certeza que eres un exilado aquí. Es más bien un
sentimiento persistente, no más que una leve punzada a veces, que en otras
ocasiones apenas recuerdas, algo que descartas sin ningún miramiento, pero que
sin duda ha de volver a rondarte otra vez.
2. No hay nadie que no sepa de qué estamos hablando. Sin embargo,
hay quienes tratan de ahogar su sufrimiento entreteniéndose en juegos para
pasar el tiempo y no sentir su tristeza: Otros prefieren negar que están
tristes, y no reconocen en absoluto que se están tragando las lágrimas. Hay
quienes afirman incluso que esto de lo que estamos hablando son ilusiones y que
no se debe considerar más que como un sueño. Sin embargo, ¿quién podría
honestamente afirmar, sin ponerse a la defensiva o engañarse a sí mismo, que no
sabe de lo que estamos hablando?
3. Hoy hablamos en nombre de todo aquel que vaga por este mundo, pues
él no está en su hogar. Camina a la deriva enfrascado en una búsqueda
interminable, buscando en la oscuridad lo que no puede hallar, y sin reconocer
qué es lo que anda buscando. Construye miles de casas, pero ninguna de ellas
satisface a su desasosegada mente. No se da cuenta de que las construye en
vano. El hogar que anda buscando, él no lo puede construir. El Cielo no tiene
sustituto. Lo único que él jamás construyó fue un infierno.
4. Tal vez pienses que lo que quieres encontrar es el hogar de tu
infancia. La infancia de tu cuerpo y el lugar que le dio cobijo son ahora
recuerdos tan distorsionados que lo que guardas es simplemente una imagen de un
pasado que nunca tuvo lugar. Mas en ti hay un Niño que anda buscando la casa de
Su Padre, pues sabe que Él es un extraño aquí. Su infancia es eterna, llena de
una inocencia que ha de perdurar para siempre. Por dondequiera que este Niño
camina es tierra santa. Su santidad es lo que ilumina al Cielo, y lo que trae a
la tierra el prístino reflejo de la luz que brilla en lo alto, en la que el
Cielo y la tierra se encuentran unidos cual uno solo.
5. Este Niño que mora en ti es el que tu Padre conoce como Su
Hijo. Este Niño que mora en ti es el que conoce a Su Padre. Él anhela tan
profunda e incesantemente volver a Su hogar, que Su voz te suplica que lo dejes
descansar por un momento. Tan sólo pide unos segundos de respiro: un intervalo
en el que pueda volver a respirar el aire santo que llena la casa de Su Padre. Tú
eres también Su hogar. Él retornará. Pero dale un poco de tiempo para que pueda
ser lo que es dentro de la paz que es Su hogar, y descansar en silencio, en paz
y en amor.
6. Este Niño necesita tu protección. Se encuentra muy lejos de Su
hogar. Es tan pequeño que parece muy fácil no hacerle caso y no oír Su
vocecilla, quedando así Su llamada de auxilio ahogada en los estridentes
sonidos y destemplados y discordantes ruidos del mundo. No obstante, Él sabe
que en ti aún radica Su protección. Tú no le fallarás. Él volverá a Su hogar, y
tú lo acompañarás.
7. Este Niño es tu indefensión, tu fortaleza. Él confía en ti. Vino
porque sabía que tú no le fallarías. Te habla incesantemente de Su hogar con
suaves murmullos. Pues desea llevarte consigo de vuelta a él, a fin de poder Él
Mismo permanecer allí y no tener que regresar de nuevo a donde no le
corresponde estar y donde vive proscrito en un mundo de pensamientos que le son
ajenos. Su paciencia es infinita. Esperará hasta que oigas Su dulce Voz dentro
de ti instándote a que lo dejes ir en paz, junto contigo, a donde Él se
encuentra en Su casa, al igual que tú.
8. Cuando estés en perfecta quietud por un instante, cuando el
mundo se aparte de ti y las vanas ideas que abrigas en tu desasosegada mente
dejen de tener valor, oirás Su Voz. Su llamada es tan conmovedora que ya no le
ofrecerás más resistencia. En ese instante te llevará a Su hogar, y tú
permanecerás allí con Él en perfecta quietud, en silencio y en paz, más allá de
las palabras, libre de todo temor y de toda duda, sublimemente seguro de que
estás en tu hogar.
9. Descansa a menudo con Él hoy. Pues Él estuvo dispuesto a
convertirse en un Niño pequeño para que tú pudieras aprender cuán fuerte es
aquel que viene sin defensas, ofreciendo únicamente los mensajes del amor a quienes
creen ser sus enemigos. Con el poder del Cielo en Sus manos, los llama amigos y
les presta Su fortaleza para que puedan darse cuenta de que Él quiere ser su
Amigo. Les pide que lo protejan, pues Su hogar está muy lejos, y Él no quiere
regresar a él solo.
10. Cristo renace como un Niño pequeño cada vez que un peregrino
abandona su hogar. Pues éste debe aprender que a quien quiere proteger es sólo
a este Niño, que viene sin defensas y a Quien la indefensión ampara. Ve con Él
a tu hogar de vez en cuando hoy. Tú eres un extraño aquí, al igual que Él.
11. Dedica algún tiempo hoy a dejar a un lado tu escudo que de nada
te ha servido, y a deponer la espada y la lanza que blandiste contra un enemigo
imaginario. Cristo te ha llamado amigo y hermano. Ha venido incluso a pedirte
ayuda para que lo dejes regresar a Su hogar hoy, íntegro y completamente. Ha
venido como lo haría un niño pequeño, que tiene que implorar la protección y el
amor de su padre. Él rige el universo, y, sin embargo, te pide incesantemente
que regreses con Él y que no sigas convirtiendo a las ilusiones en dioses.
12. Tú no has perdido tu inocencia. Y eso es lo que anhelas, lo que
tu corazón desea. Ésa es la voz que oyes y la llamada que no se puede ignorar. Ese
santo Niño todavía sigue a tu lado. Su hogar es el tuyo. Hoy Él te da Su
indefensión, y tú la aceptas a cambio de todos los juguetes bélicos que has
fabricado. Y ahora el camino está libre y despejado, y el final de la jornada
puede por fin vislumbrarse. Permanece muy quedo por un instante, regresa a tu
hogar junto con Él y goza de paz por un rato.
2020 HÁBLAME DE TI: Día 181 de un curso de milagros
2020 HÁBLAME DE TI: Día 181 de un curso de milagros: Ofrenda 241 para mi revelador árbol agradecido 2020
viernes, 28 de agosto de 2020
Día 181 de un curso de milagros
Ofrenda 241 para mi revelador árbol agradecido 2020.
1. Confiar en tus hermanos es esencial para establecer y sustentar tu fe en tu propia capacidad para trascender tus dudas y tu falta de absoluta convicción en ti mismo. Cuando atacas a un hermano, proclamas que está limitado por lo que tú has percibido en él. No estás viendo más allá de sus errores. Por el contrario, éstos se exageran, convirtiéndose en obstáculos que te impiden tener conciencia del Ser que se encuentra más allá de tus propios errores, así como de sus aparentes pecados y de los tuyos.
1. Confiar en tus hermanos es esencial para establecer y sustentar tu fe en tu propia capacidad para trascender tus dudas y tu falta de absoluta convicción en ti mismo. Cuando atacas a un hermano, proclamas que está limitado por lo que tú has percibido en él. No estás viendo más allá de sus errores. Por el contrario, éstos se exageran, convirtiéndose en obstáculos que te impiden tener conciencia del Ser que se encuentra más allá de tus propios errores, así como de sus aparentes pecados y de los tuyos.
2. La percepción tiene un enfoque. Eso es lo que hace que lo que
ves sea consistente. Cambia de enfoque, y, lo que contemples, consecuentemente
cambiará. Ahora se producirá un cambio en tu visión para apoyar la intención
que ha reemplazado a la que antes tenías. Deja de concentrarte en los pecados
de tu hermano, y experimentarás la paz que resulta de tener fe en la
impecabilidad. El único apoyo que esta fe recibe procede de lo que ves en otros
más allá de sus pecados. Pues sus errores, si te concentras en ellos, no son
sino testigos de tus propios pecados. Y no podrás sino verlos, lo cual te
impedirá ver la impecabilidad que se encuentra más allá de ellos.
3. En nuestras prácticas de hoy, por lo tanto, lo primero que
vamos a hacer es dejar que todos esos insignificantes enfoques den paso a la
gran necesidad que tenemos de que nuestra impecabilidad se haga evidente. Damos
instrucciones a nuestras mentes para que, por un breve intervalo, eso, y sólo
eso, sea lo que busquen. No vamos a preocuparnos por objetivos futuros. Lo que
vimos un instante antes no nos preocupará en absoluto dentro de este lapso de
tiempo en el que nuestra práctica consiste en cambiar de intención. Buscamos la
inocencia y nada más. Y la buscamos sin interesarnos por nada que no sea el
ahora.
4. Uno de los mayores obstáculos que ha impedido tu éxito ha sido
tu dedicación a metas pasadas y futuras. El que las metas que propugna este
curso sean tan extremadamente diferentes de las que tenías antes ha sido motivo
de preocupación para ti. Y también te has sentido consternado por el
pensamiento restrictivo y deprimente de que, incluso si tuvieses éxito,
volverías inevitablemente a perder el rumbo.
5. ¿Por qué habría de ser esto motivo de preocupación? Pues el
pasado ya pasó y el futuro es tan solo algo imaginario. Preocupaciones de esta
índole no son sino defensas: para impedir que cambiemos el enfoque de nuestra
percepción en el presente. Nada más. Vamos a dejar de lado estas absurdas
limitaciones por un momento. No vamos a recurrir a creencias pasadas, ni a
dejar que lo que hayamos de creer en el futuro nos estorbe ahora. Damos comienzo
a nuestra sesión de práctica con un solo propósito: ver la impecabilidad que
mora dentro de nosotros.
6. Reconoceremos que hemos perdido de vista este objetivo si de
alguna manera la ira se interpone en nuestro camino. Y si se nos ocurre pensar
en los pecados de un hermano, nuestro restringido foco nos nublará la vista y
nos hará volver los ojos hacia nuestros propios errores, que exageraremos y
llamaremos "pecados". De modo que, por un breve intervalo, de surgir
tales obstáculos, los transcenderemos sin ocuparnos del pasado o del futuro,
dando instrucciones a nuestras mentes para que cambien de foco, según decimos: No
es esto lo que quiero contemplar. Confío en mis hermanos, que son uno conmigo.
7. Y nos valdremos asimismo de este pensamiento para mantenernos a
salvo a lo largo del día. No estamos interesados en metas a largo plazo.
Conforme cada uno de los obstáculos nuble la visión de nuestra impecabilidad,
lo único que nos interesará será poner fin, por un instante, al dolor que, de
concentrarnos en el pecado experimentaríamos, y que, de no corregirlo,
persistiría.
8. No vamos en pos de fantasías. Pues lo que procuramos contemplar
está realmente ahí. Y conforme nuestro foco se extienda más allá del error,
veremos un mundo completamente impecable. Y cuando esto sea lo único que
queramos ver y lo único que busquemos en nombre de la verdadera percepción, los
ojos de Cristo se volverán inevitablemente los nuestros. El Amor que Él siente
por nosotros se volverá también el nuestro. Esto será lo único que veremos
reflejado en el mundo, así como en nosotros mismos.
9. El mundo que una vez proclamó nuestros pecados se convierte
ahora en la prueba de que somos incapaces de pecar. Y nuestro amor por todo
aquel que contemplemos dará testimonio de que recordamos al santo Ser que no
conoce el pecado, y que jamás podría concebir nada que no compartiese Su
impecabilidad. Éste es el recuerdo que queremos evocar hoy cuando consagramos
nuestras mentes a la práctica. No miramos ni hacia adelante ni hacia atrás.
Miramos directamente al presente. Y depositamos nuestra fe en la experiencia
que ahora pedimos. Nuestra impecabilidad no es sino la Voluntad de Dios. En
este instante nuestra voluntad dispone lo mismo que la Suya.
jueves, 27 de agosto de 2020
2020 HÁBLAME DE TI: Día 180 un curso de milagros
2020 HÁBLAME DE TI: Día 180 un curso de milagros: Ofrenda 240 para mi árbol fructífero de logros 2020
miércoles, 26 de agosto de 2020
2020 HÁBLAME DE TI: Día 179 un curso de milagros
2020 HÁBLAME DE TI: Día 179 un curso de milagros: Ofrenda 239 colocada en mi árbol de un nuevo nacimiento.
martes, 25 de agosto de 2020
2020 HÁBLAME DE TI: Día 178 un curso de milagros
2020 HÁBLAME DE TI: Día 178 un curso de milagros: Ofrenda 238 colocada en mi glorioso árbol de vida nutrido con mi trabajo en los ejercicios de un curso de milagros.
Día 178 un curso de milagros
Ofrenda 238 colocada en mi glorioso árbol de vida nutrido con mi trabajo en los ejercicios de un curso de milagros.
lunes, 24 de agosto de 2020
domingo, 23 de agosto de 2020
2020 HÁBLAME DE TI: Día 176 un curso de milagros
2020 HÁBLAME DE TI: Día 176 un curso de milagros: Ofrenda 236 en mi glorioso árbol de gratitud.
sábado, 22 de agosto de 2020
viernes, 21 de agosto de 2020
2020 HÁBLAME DE TI: Día 174 de un curso de milagros
2020 HÁBLAME DE TI: Día 174 de un curso de milagros: Ofrenda 234 en mi árbol de gratitud 2020. Amadísima comunidad de almas. Para este quinto repaso de los ejercicio de un curso de milag...
Día 174 de un curso de milagros
Ofrenda 234 en mi árbol de gratitud 2020.
Amadísima comunidad de almas. Para este quinto repaso de los ejercicio de un curso de milagros, la sugerencia es poner alarmas en el reloj de su celular cada hora o cada media hora y que tengan como título el nombre de las lecciones, para estar en el ahora el mayor tiempo posible de nuestra vida.
2020 HÁBLAME DE TI: Día 173 un curso de milagros
2020 HÁBLAME DE TI: Día 173 un curso de milagros: Ofrenda 233 para mi agradecido árbol de vida 2020. Amadísima comunidad de almas. Para este quinto repaso de los ejercicio de un curso...
2020 HÁBLAME DE TI: Día 172 un curso de milagros
2020 HÁBLAME DE TI: Día 172 un curso de milagros: Ofrenda 232 colocada en mi árbol de dorados frutos de mi vida. Amadísima comunidad de almas. Para este quinto repaso de los ejercicio...
jueves, 20 de agosto de 2020
Día 173 un curso de milagros
Ofrenda 233 para mi agradecido árbol de vida 2020.
Amadísima comunidad de almas. Para este quinto repaso de los ejercicio de un curso de milagros, la sugerencia es poner alarmas en el reloj de su celular cada hora o cada media hora y que tengan como título el nombre de las lecciones, para estar en el ahora el mayor tiempo posible de nuestra vida.
miércoles, 19 de agosto de 2020
Día 172 un curso de milagros
Ofrenda 232 colocada en mi árbol de dorados frutos de mi vida.
Amadísima comunidad de almas. Para este quinto repaso de los ejercicio de un curso de milagros, la sugerencia es poner alarmas en el reloj de su celular cada hora o cada media hora y que tengan como título el nombre de las lecciones, para estar en el ahora el mayor tiempo posible de nuestra vida.
martes, 18 de agosto de 2020
2020 HÁBLAME DE TI: Día 171 un curso de milagros
2020 HÁBLAME DE TI: Día 171 un curso de milagros: Ofrenda 231 en mi árbol de la felicidad por el logro. 1. Ahora iniciamos otro repaso. Esta vez estamos listos para poner más d...
Día 171 un curso de milagros
Ofrenda 231 en mi árbol de la felicidad por el logro.
1. Ahora iniciamos otro repaso. Esta vez estamos listos para poner
más de nuestra parte y dedicar más tiempo a nuestro empeño: Reconocemos que nos
estamos preparando para un nuevo nivel de entendimiento. Queremos dar este paso
resueltamente, para poder seguir adelante con mayor certeza, mayor sinceridad y
mayor fe. Nuestros pasos han sido inciertos, y las dudas nos han hecho andar
con lentitud e inseguridad por el camino que este curso señala. Pero ahora
vamos a ir más de prisa, pues nos estamos acercando a una mayor certeza, a un
propósito más firme y a una meta más segura.
2. Padre nuestro, afianza nuestros pasos. Aplaca nuestras dudas,
aquieta nuestras santas mentes, y háblanos. No tenemos nada que decirte, pues
sólo deseamos escuchar Tu Palabra y hacerla nuestra. Guía nuestras prácticas
tal como un padre guía a su hijo pequeño por un camino que éste desconoce, pero
que, aun así, el hijo lo sigue, seguro de que está a salvo porque su padre le
muestra el camino.
3. De este modo es como llevamos nuestras prácticas hasta Ti. Si tropezamos,
Tú nos levantarás. Si se nos olvida el camino, sabemos que Tú siempre lo
recordarás. Y si nos extraviamos, Tú no te olvidarás de llamarnos. Aligera
nuestros pasos ahora de modo que podamos caminar con mayor certeza y mayor
rapidez hasta Ti. Y aceptamos la Palabra que Tú nos ofreces para unificar
nuestras prácticas, a medida que repasamos los pensamientos que Tú nos has
dado.
4. He aquí -al final de este párrafo- el pensamiento que debe
preceder a los pensamientos que vamos a repasar. Cada uno de éstos clarifica
algún aspecto de dicho pensamiento o contribuye a hacerlo más significativo,
más personal y verdadero, así como más descriptivo del santo Ser que
compartimos y que ahora nos preparamos para conocer de nuevo: Dios es sólo
Amor, y, por ende, eso es lo que soy yo. Sólo este Ser conoce el amor. Sólo sus
pensamientos son perfectamente congruentes; sólo ese Ser conoce a Su Creador,
se comprende a Sí Mismo y goza de un conocimiento y amor perfectos, así como de
un estado de unión constante con Su Padre y Consigo Mismo.
5. Y Eso es lo que nos espera al final de la jornada. Cada paso
que damos nos acerca un poco más. Este repaso acortará el tiempo de manera
inconmensurable si tenemos presente que Eso es nuestra meta y que a medida que
lo ponemos en práctica es a Eso a lo que nos acercamos. Levantemos de las
cenizas nuestros corazones y dirijámoslos hacia la vida, recordando que Eso es
lo que se nos promete, y que este curso nos fue enviado para allanar el sendero
de la luz y enseñarnos, paso a paso, cómo regresar al eterno Ser que creíamos
haber perdido.
6. Yo te acompaño en esta jornada. Pues por el momento comparto
tus dudas y tus miedos, de manera que puedas recurrir a mí que conozco el
camino por el que se supera toda duda y temor. Caminamos juntos. Es preciso que
yo entienda lo que es la incertidumbre y el dolor, aun cuando sé que no tienen
ningún significado. Sin embargo, un salvador debe permanecer con aquellos a
quienes enseña, viendo lo que ellos ven, pero conservando en su mente el camino
que lo condujo a su propia liberación, y que ahora te conducirá a ti a la tuya
junto con él. Al Hijo de Dios se le sigue crucificando hasta que camines por
esta senda conmigo.
7. Mi resurrección se repite cada vez que conduzco a un hermano
sin contratiempo alguno allí donde la jornada termina para ya no recordarse
más. Me siento renovado cada vez que un hermano aprende que hay un camino que
nos libera a todos de la aflicción y del dolor. Y renazco cada vez que un
hermano se vuelve hacia la luz que mora en él y me busca. No me he olvidado de
nadie. Ayúdame ahora a conducirte de regreso allí donde la jornada empezó para
que puedas llevar a cabo otra elección conmigo.
8. Libérame mientras practicas una vez más los pensamientos que te
he traído de Aquel que ve tu extrema necesidad, y que conoce la respuesta que
Dios le ha dado. Juntos repasaremos estos pensamientos. Juntos les dedicaremos
nuestro tiempo y esfuerzos. Y juntos se los enseñaremos a nuestros hermanos. Dios
no permitiría que en el Cielo faltase nada. Éste te está esperando, al igual
que yo. Sin ti yo estoy incompleto. Conforme me complete regresaremos juntos a
nuestro hogar ancestral, el cual se preparó para nosotros desde antes de que el
tiempo comenzara, y se ha mantenido a salvo de los azotes de éste, así como
inmaculado y seguro, tal como será cuando al tiempo le llegue su fin.
9. Permite, entonces, que este repaso sea el regalo que me haces a
mí. Pues esto es lo único que necesito: que oigas mis palabras y que se las
ofrezcas al mundo. Tú eres mi voz, mis ojos, mis pies y mis manos, con los
cuales llevo la salvación al mundo. El Ser desde el que te llamo no es sino tu
propio Ser. A Él nos dirigimos juntos. Toma a tu hermano de la mano, pues no es
éste un camino que recorramos solos. En él yo camino contigo y tú conmigo. La
Voluntad del Padre es que Su Hijo sea uno con Él. ¿Cómo no iba a ser, entonces,
todo lo que vive uno contigo?
10. Permite que este repaso sea un intervalo en el que compartimos
una experiencia que es nueva para ti, aunque tan antigua como el tiempo e
incluso aún más antigua. Santificado sea tu nombre e inmaculada tu gloria para
siempre. Tu plenitud ahora es total, tal como Dios lo dispuso. Tú eres Su Hijo,
y completas Su extensión con la tuya. No practicamos sino una antigua verdad,
que sabíamos desde antes de que la ilusión pareciese apoderarse del mundo. Y le
recordamos al mundo que está libre de toda ilusión cada vez que decimos: Dios
es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
11. Con esto damos comienzo a cada día de nuestro repaso. Con esto
empezamos y con esto concluimos cada período de práctica. Y con ese pensamiento
nos vamos a dormir para despertar con esas mismas palabras de nuevo en nuestros
labios, y darle así la bienvenida al nuevo día. Todo pensamiento que repasemos
lo envolvemos con ése; y utilizaremos dichos pensamientos para mantenerlo firme
en la mente y claro en nuestra memoria a lo largo del día. Y así, cuando
hayamos terminado este repaso, habremos reconocido que las palabras que decimos
son verdad.
12. Las palabras, sin embargo, no son sino recursos auxiliares y,
excepto por el uso que hacemos de ellas al principio y al final de cada período
de práctica, se usarán sólo para recordarle a la mente su propósito, según lo
dicte la necesidad. Ponemos nuestra fe en la experiencia que se deriva de las
prácticas, no en los medios que utilizamos. Esperamos la experiencia, y
reconocemos que sólo en ella radica la convicción. Usamos las palabras y
tratamos una y otra vez de ir más allá de ellas hasta llegar a su significado,
el cual está mucho más allá de su sonido. Este se hace cada vez más tenue hasta
que finalmente desaparece, a medida que nos acercamos a la Fuente del
significado. Y Ahí es donde hallamos reposo.
2020 HÁBLAME DE TI: Día 170 un curso de milagros
2020 HÁBLAME DE TI: Día 170 un curso de milagros: Ofrenda 230 para mi árbol feliz y agradecido. 1. Nadie ataca sin la intención de herir. En esto no hay excepciones. Cuando ...
lunes, 17 de agosto de 2020
Día 170 un curso de milagros
Ofrenda 230 para mi árbol feliz y agradecido.
1. Nadie ataca sin la intención de herir. En esto no hay
excepciones. Cuando piensas que atacas en defensa propia estás afirmando que
ser cruel te protege, que la crueldad te mantiene a salvo. Estás afirmando que
herir a otro te brinda libertad. Y estás afirmando también que atacar cambia el
estado en que te encuentras por otro mejor, más seguro, donde estás más a salvo
de los asaltos del peligro y del temor.
2. ¡Qué descabellada es la idea de que atacando es la manera de
defenderse del miedo! Pues he aquí donde se engendra el miedo y se le nutre de
sangre para que crezca, se expanda y sea cada vez más rabioso. Ésta es la
manera de proteger el miedo, no de escaparse de él. Hoy aprendemos una lección
que te evitará más demoras y sufrimientos de los que te puedes imaginar. Y es
ésta: Tú fabricas aquello de lo que te defiendes. Y al defenderte contra ello
haces que sea real e ineludible. Depón tus armas, y sólo entonces percibirás su
falsedad.
3. Parece ser un enemigo externo a quien atacas. Sin embargo, al
defenderte forjas un enemigo interno; un pensamiento extraño que está en guerra
contigo, que te priva de paz y divide tu mente en dos bandos que parecen ser
totalmente irreconciliables. Pues ahora el amor tiene un "enemigo",
un opuesto; y el miedo, el extraño, necesita que lo defiendas contra la amenaza
de lo que realmente eres.
4. Si examinases detenidamente los medios por los que tu ilusoria
defensa propia procede a lo largo de su curso imaginario, te percatarías de las
premisas sobre las que se basa la idea. En primer lugar, es obvio que las ideas
tienen que abandonar su fuente, pues eres tú quien lanza el ataque y quien tuvo
que haberlo concebido primero. No obstante, lanzas el ataque contra algo externo
a ti y en tu mente te separas de aquel a quien atacas, completamente convencido
de que la división a la que has dado lugar es real.
5. En segundo lugar, los atributos del amor se le confieren a su
"enemigo". Pues el miedo se convierte en tu refugio y en el protector
de tu paz, y recurres a él en busca de solaz y de escape de cualquier duda con
respecto a tu fortaleza, así como con la esperanza de poder descansar en una
quietud sin sueños. Y al así despojar al amor de lo que le pertenece a él y sólo
a él, se le dota con los atributos del miedo. Pues el amor te pediría que
depusieses todas tus defensas por ser éstas meras necedades. Y ciertamente tus
armas se desmoronarían y quedarían reducidas a polvo, 6pues eso es lo que son.
6. Al tener al amor como enemigo, la crueldad se convierte
necesariamente en un dios. Y los dioses exigen que sus seguidores obedezcan sus
mandatos sin rechistar. A aquellos que cuestionan la sensatez o cuando menos la
cordura de tales exigencias, se les castiga severa e implacablemente. Pues son
sus enemigos los que son irrazonables y dementes, mientras que ellos son
siempre justos y misericordiosos.
7. Hoy examinaremos fríamente, a este dios cruel. Y nos daremos
cuenta de que, aunque sus labios están manchados de sangre y de que de su boca
parecen salir llamas, está hecho de piedra. No puede hacer nada. No tenemos que
desafiar su poder, pues no tiene ninguno. Y quienes ven en él su seguridad, no
tienen ni guardián ni fortaleza a los que invocar en caso de peligro, ni ningún
poderoso guerrero que salga en su defensa.
8. Este momento puede ser terrible. Pero también puede ser el
momento en que te emancipas de tu abyecta esclavitud. Pues al estar frente a
este ídolo y verlo exactamente como es, llevas a cabo una elección. ¿Vas a restituirle
al amor lo que has procurado arrebatarle para ponerlo a los pies de ese
inanimado bloque de piedra? ¿O vas a inventar otro ídolo para que lo reemplace?
Pues el dios de la crueldad adopta muchas formas. Siempre es posible encontrar
otra.
9. Mas no creas que el miedo es la manera de escapar del miedo.
Recordemos lo que se ha subrayado en el texto con respecto a los obstáculos que
la paz tiene que superar. De éstos, el último, el más difícil de creer que en
realidad no es nada, si bien aparenta ser un bloque sólido, impenetrable,
temible e insuperable, es el miedo a Dios Mismo. He aquí la premisa básica que
entrona como un dios al pensamiento del miedo. Pues el miedo es venerado por
aquellos que le rinden culto, y el amor parece ahora estar revestido de
crueldad.
10. ¿De dónde ha surgido la creencia tan irracional de que hay dioses
de venganza? El amor no ha confundido sus atributos con los del miedo. Más los
que le rinden culto al miedo perciben su propia confusión en el
"enemigo" del miedo, y la crueldad de éste como parte del amor. ¿Y
qué podría ser ahora más temible que el Corazón del Amor Mismo? Sus labios
parecen estar manchados de sangre y de su boca parece brotar fuego. Pero, sobre
todo, Él es terrible e increíblemente cruel, y siega las vidas de todos
aquellos que lo consideran su Dios.
11. No hay duda acerca de la elección que hoy has de llevar a cabo. Pues
hoy posarás tu mirada por última vez sobre ese bloque de piedra que tú mismo
esculpiste, y dejarás de llamarle dios. Has llegado hasta este punto antes,
pero has elegido que ese dios cruel permanezca contigo en otra forma. Y por eso
el temor a Dios volvió a apoderarse de ti. Pero esta vez lo dejarás allí. Y al
volver regresarás a un mundo nuevo, aliviado de ese peso; un mundo que no se ve
a través de sus ojos ciegos, sino a través de la visión que te ha sido
restituida gracias a tu elección.
12. Ahora tus ojos le pertenecen a Cristo y es Él quien mira a través
de ellos. Ahora tu voz le pertenece a Dios y se hace eco de la Suya. Ahora tu
corazón permanecerá en paz para siempre. Lo has elegido a Él en lugar de los
ídolos, y los atributos con los que tu Creador te bendijo te son por fin
restituidos. La Llamada a Dios ha sido oída y contestada. Ahora el miedo ha
dado paso al amor, al Dios Mismo reemplazar la crueldad.
13. Padre, somos como Tú. En nosotros no hay crueldad, puesto que en
Ti no la hay. Tu paz es nuestra. Y bendecimos al mundo con lo que hemos
recibido exclusivamente de Ti. Elegimos una vez más, y elegimos asimismo por
todos nuestros hermanos, sabiendo que son uno con nosotros. Les brindamos Tu
salvación tal como la hemos recibido ahora. Y damos gracias por ellos que nos
completan. En ellos vemos Tu gloria y en ellos hallamos nuestra paz. Somos
santos porque Tu santidad nos ha liberado. Y Te damos gracias por ello. Amén.
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