Mi
ofrenda 108 para mi árbol de gratitud.
1. La idea de hoy afirma
simplemente un hecho. No es un hecho para los que creen en ilusiones, pues las
ilusiones no son hechos. En realidad no hay nada que temer. Esto es algo muy
fácil de reconocer. Pero a los que quieren que las ilusiones sean verdad les es
muy difícil reconocerlo.
2. Las
sesiones de práctica de hoy serán muy cortas, muy simples y muy frecuentes. Repite
sencillamente la idea tan a menudo como puedas. Puedes hacerlo con los ojos
abiertos en cualquier momento o situación. Recomendamos enérgicamente, no
obstante, que siempre que puedas cierres los ojos durante aproximadamente un
minuto y repitas la idea lentamente para tus adentros varias veces. Es especialmente
importante también que la uses de inmediato si observas que algo perturba tu
paz mental.
3. La
presencia del miedo es señal inequívoca de que estás confiando en tu propia
fortaleza. La conciencia de que no hay nada que temer indica que, en algún
lugar de tu mente, aunque no necesariamente en un lugar que puedas reconocer,
has recordado a Dios y has dejado que Su fortaleza ocupe el lugar de tu
debilidad. En el instante en que estés dispuesto a hacer eso, ciertamente no
habrá nada que temer.
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