miércoles, 29 de enero de 2020

El deseo humano.

Día 28/365 28 Enero 2020.


Hace algunos años aprendí que el deseo de ser algo o alguien inicia los procesos de actividad o manifestación.
 Las Gunas en el hinduismo, representan las tres cualidades de la que está compuesto el Universo:
·         Sattva (bondad contemplativa, inteligencia)
·         Rajas (pasión activa, energía)
·         Tamas (ignorancia inerte).

Estos tres elementos tienen la particularidad que son inseparables y se combinan en diferentes proporciones formando objetos materiales. Cada uno de estos elementos no puede existir individualmente y necesita siempre de los otros, estando presentes en los diferentes grados de la materia e incluyendo la energía del Universo y la mente.
Ahora escribo mi voto de gratitud por la oportunidad de ahondar al respecto. 

Leyendo a Hegel y Sartre, aprendí que el deseo humano desea deseos. 

El ser humano desea el deseo del otro. Desea que el otro lo reconozca. Que lo reconozca como su superior… Que se le someta.

EL ANIMAL DESEA COSAS – EL HOMBRE DESEA DESEOS.

El animal desea cosas naturales que usualmente se come.

El excepcional hallazgo de Hegel es que el hombre no desea cosas.

La historia comienza cuando dos conciencias deseantes se enfrentan en una lucha a muerte.
·        La que tiene miedo a morir se somete;
·        La que antepone su temor a la muerte domina.

Por su deseo de ser reconocido tenemos:

AMO Y ESCLAVO... INICIO DE LA HISTORIA HUMANA...


La dialéctica del amo y el esclavo es el nombre que se le da a una construcción teórica de Friedrich Hegel, considerada como uno de los elementos claves de su filosofía, que ha influenciado a muchos filósofos posteriormente. No solo se convirtió en la base de la dialéctica materialista desarrollada por Karl Marx, sino que también tuvo una fuerte influencia en el psicoanálisis.
  
Entendiendo que lo que el ser humano desea es ser deseado por otro ser humano. En otras palabras, ser reconocido por el otro. Entonces, el deseo humano es fundamentalmente deseo de reconocimiento. El ser humano quiere que los demás le den un valor autónomo. Esto es, un valor propio, que diferencie a cada uno de los otros. Esto es lo que define la condición humana.


De este modo, lo que Hegel propone es que la dialéctica de la historia es la dialéctica del amo y el esclavo. Desde el comienzo de la historia ha habido dominadores y dominados. Una entidad reconocida, el amo, y una entidad reconocedora, el esclavo. Ese esclavo deja de ser una entidad autónoma y se convierte en algo cosificado por el amo.


Debido a ese dominio, el amo coacciona al esclavo y lo obliga a trabajar para él. Dicho trabajo no es un proceso creador del esclavo, sino una imposición que lo convierte a él mismo en objeto de trabajo. Sin embargo, el amo termina dependiendo del esclavo para su propia supervivencia. Y siempre hay un momento en el que los papeles se invierten, dado que el esclavo resulta indispensable para el amo, pero este no lo es para el esclavo.


“El pueblo es aquella parte del Estado que no sabe lo que quiere”.
-Friedrich Hegel-


Y tu amable lector, ¿conoces la naturaleza de tus deseos?


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