Ofrenda 43 para mi árbol de las alegrías.
1. Padre, déjame recordar que Tú estás aquí y que no estoy solo. Pues
estoy rodeado de un Amor imperecedero. No hay razón para nada, excepto para la
paz y alegría perfectas que comparto Contigo. ¿Qué necesidad tengo de ira o de
temor, cuando lo único que me rodea es la seguridad perfecta? ¿Cómo puedo
sentir miedo cuando la eterna promesa que me hiciste jamás se aparta de mí? Estoy
rodeado de perfecta impecabilidad. ¿Qué puedo temer, cuando la santidad en la
que Tú me creaste es tan perfecta como la Tuya Propia?
2. La gracia de Dios nos basta para hacer todo lo que Él quiere
que hagamos. Y eso es lo único que elegimos como nuestra voluntad, así como la
Suya.
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