Ofrenda 16 para mi árbol de las alegrías
1. No entendía lo que me podía hacer libre, ni lo que era mi libertad
o adónde ir a buscarla. Y así, Padre, busqué en vano hasta que oí Tu Voz
dirigiéndome. Ahora ya no deseo seguir siendo mi propio guía. Pues la manera de
encontrar mi libertad no es algo que yo haya ideado o que comprenda. Pero
confió en Ti. Y me mantendré consciente de Ti que me dotaste con mi libertad
por ser Tu santo Hijo. Tu Voz me dirige, y veo que el camino que conduce hasta
Ti por fin está libre y despejado. Padre, mi libertad reside únicamente en Ti. Padre,
mi voluntad es regresar.
2. Hoy respondemos por el mundo, el cual será liberado junto con
nosotros. ¡Qué alegría encontrar nuestra libertad por el inequívoco camino que
nuestro Padre ha señalado! ¡Y cuán segura es la salvación de todo el mundo
cuando nos damos cuenta de que sólo en Dios podemos encontrar nuestra libertad!
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