Ofrenda 359 para mi árbol eterno. Que se nutre con la savia de la santidad
1. Mi santidad está mucho más allá de mi propia capacidad de
comprender o saber lo que es. No obstante, Dios, mi Padre, Quien la creó,
reconoce que mi santidad es la Suya. Nuestra Voluntad conjunta comprende lo que
es. Y nuestra Voluntad conjunta sabe que así es.
2. Padre, mi santidad no procede de mí. No es mía para dejar que
el pecado la destruya. No es mía para dejar que sea el blanco del ataque. Las
ilusiones pueden ocultarla, pero no pueden extinguir su fulgor ni atenuar su
luz. 5Se yergue por siempre perfecta e intacta. En ella todas las cosas sanan,
pues siguen siendo tal como Tú las creaste. Y puedo conocer mi santidad, pues
fui creado por la. Santidad Misma, y puedo conocer mi Fuente porque Tu Voluntad
es que se Te conozca.
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