Ofrenda 357 para mi árbol de regalos.
1. El perdón es el único regalo que doy, ya que es el único regalo
que deseo. Y todo lo que doy, es a mí mismo a quien se lo doy. Ésta es la sencilla
fórmula de la salvación. Y yo, que quiero salvarme, la adoptaré, para regir mi
vida por ella en un mundo que tiene necesidad de salvación y que se salvará al
aceptar yo la Expiación para mí mismo.
2. Padre, ¡cuán certeros son Tus caminos; cuán seguro su desenlace
final y cuán fielmente se ha trazado y logrado cada paso de mi salvación
mediante Tu Gracia! Gracias a Ti por Tus eternos regalos, y gracias a Ti
también por mi Identidad.
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