Ofrenda 320 de mi árbol de recuerdos.
1. Padre,
yo no me creé a mí mismo, aunque en mi demencia creí que así había sido. No
obstante, en cuanto que Pensamiento Tuyo, no he abandonado mi Fuente y sigo
siendo parte de Aquel que me creó. Tu Hijo, Padre mío, Te llama hoy. Que
recuerde que Tú me creaste. Que recuerde mi Identidad. Y que deje que mi impecabilidad
vuelva a alzarse ante la visión de Cristo, a través de la cual deseo hoy
contemplar a mis hermanos y contemplarme a mí mismo.
2. Ahora
recordamos nuestra Fuente; y en Ella encontramos por fin nuestra verdadera
Identidad. Sómos en verdad santos porque nuestra Fuente no conoce el pecado. Y
nosotros que somos Sus Hijos, somos semejantes los unos a los otros, y
semejantes a Él.
¿Qué es el cuerpo?
1. El
cuerpo es una cerca que el Hijo de Dios se imagina haber erigido para separar
partes de su Ser de otras partes. Cree vivir dentro de esa cerca, para morir a
medida que ésta se deteriora y se desmorona. Pues cree estar a salvo del amor
dentro de ella. Al identificarse con lo que considera es su seguridad, cree ser
lo que ésta es. ¿De qué otro modo, si no, podría estar seguro de que permanece
dentro del cuerpo, y de que mantiene al amor afuera?
2. El
cuerpo no perdurará. Sin embargo, para él eso supone una doble seguridad. Pues
la temporalidad del Hijo de Dios es la "prueba” de que sus cercas
funcionan y de que están llevando a cabo la tarea que su mente les asignó. Pues
si su unidad aún permaneciese intacta, ¿quién podría atacar y quién podría ser atacado?
¿Quién podría ser el vencedor? ¿Quién la presa? ¿Quién podría ser la víctima? ¿Quién
el asesino? Y si él no muriese, ¿qué "prueba" habría de que el eterno
Hijo de Dios puede ser destruido?
3. El
cuerpo es un sueño. Al igual que otros sueños, a veces parece reflejar
felicidad, pero puede súbitamente revertir al miedo, la cuna de todos los
sueños. Pues sólo el amor puede crear de verdad, y la verdad jamás puede temer.
Hecho para ser temeroso, el cuerpo no puede sino cumplir el propósito que le
fue asignado. Mas podemos cambiar el propósito que el cuerpo obedece si
cambiamos de parecer con respecto a su finalidad.
4. El
cuerpo es el medio a través del cual el Hijo de Dios recobra la cordura. Aunque
el cuerpo fue concebido para condenarlo al infierno para siempre, el objetivo
del Cielo ha substituido a la búsqueda del infierno. El Hijo de Dios busca la
mano de su hermano para ayudarlo a marchar por la misma senda que él. Ahora el
cuerpo es santo. Ahora su propósito es sanar la misma mente para dar muerte a
la cual fue concebido.
5. Te
identificarás con lo que pienses que te ha de dar seguridad. Sea lo que sea,
creerás que ello es lo que tú eres. Tu seguridad reside en la verdad, no en las
mentiras. El amor es tu seguridad. El miedo no existe. Identifícate con el
amor, y estarás a salvo. Identifícate con el amor, y estarás en tu morada. Identifícate
con el amor, y hallarás tu Ser.
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