Día 52/365 Un ejemplo de los pensamientos de Dios
En
2019 inicié un régimen alimenticio que honestamente lo hice primero por
vanidad, estaba
acostada haciendo un trabajo con la computadora en mis piernas y me vi una
panzota que me asustó.
Al siguiente día me subí a la báscula y no recuerdo con exactitud si pesé 86 u 87 kilogramos.
Entonces me dije: bueno ya tienes por dónde empezar, sabes
dónde estás y hacia dónde quieres llegar si sigues tu tablero de sueños. O a
dónde llegarás si sigues por donde vas.
Empecé
2019 con 82 kg. Y mi meta era bajar un kilogramo por mes y como no incluí en mi
plan de acción una dieta saludable, comí como los romanos (en exceso) pues subí 10 kilos
de enero a finales de agosto de 2019.
Ese lunes a finales de agosto me propuso buscar ayuda, y lo que conozco porque en
el pasado mi hermana y yo recibimos los beneficios de TA (tragones anónimos) me
decidí buscar un grupo, empecé esa semana con resultados fabulosos.
Solo por haber tomado la decisión de hacerlo, asistir y escuchar
a las compañeras y desde luego comprar y cocinar alimentos saludables baje 4
kilogramos de peso.
La
segunda motivación que me ayudó a tomar la decisión a bajar de peso, fue tener
una meta. Tenía varios años anotando en mi tablero de sueños “Bajar de peso”
(un kilo por mes) ponía en mi plan de acción. Y caminar 5 días a la semana.
Pero repito, no incluía la dieta.
Y
esa fue mi tercera motivación, la comida. Y esta entrada del pastel de mi vida
la quiero dedicar a los alimentos.
Consume
frutas y verduras dicen los médicos, los comerciales de televisión anunciando
alimentos calóricos, los nutriólogos y las mamás pero como los recomiendan como una medicina,
pues a muchas personas no les parece que sean una fuente de placer.
Por
eso hoy quiero platicarles cuál es mi pensamiento cuando abro un aguacate.
Más
que mi pensamiento es una oración.
Mejor
dicho es mi mantram: “Dios… Dios… en qué estabas pensando cuando hiciste los
aguacates”
Siempre
pienso que estaba pensando en sus cielos, en sus ángeles, en un bello paisaje
de un amanecer o un atardecer, ¡no sé! pero me gusta pensar que algo muy lindo
debió haber imaginado cuando los creó.
Me
gusta guardar en mi mente la imagen de mis sartenes cuando cocino champiñones, con
los pimientos de 3 colores, cebolla morada, tomate, ajo, y me figuro que ni las
obras de Picasso o Bramblitt igualan en hermosura mi comida.
Esto
me hace feliz de mi plan para bajar de peso, la fiesta de olores colores y
sabores que me he regalado estos 6 meses en los que les cuento que he bajado 10
Kg de peso.
Y
me gusta reafirmar que bajar de peso, implica necesariamente comer alimentos vivos y
esa es mi invitación en esta entrada.
Incluye en tu dienta los más bellos
pensamiento de Dios.
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