Día 40/365 09 febrero 2020
"La desigualdad tiene rostro de mujer, tiene rostro de niña y más aún si es indígena o se tiene discapacidad"
Dos terceras partes de los pobres y analfabets del mundo son mujeres.
Hace muchos años aprendí que las
mujeres cuando enviudan y reciben, seguros, herencias o la administración de
los bienes de su difunto marido, en los primeros años dilapidan sus recursos en
pos de ayudar a sus familiares.
Entonces a mí me quedó claro que
en nuestra capacitación era obligatorio aprender a relacionarnos con el dinero.
Clases obligatorias de Cultura Financiera, Inteligencia Financiera,
Administración Financiera, Inversiones, Ahorro, Rendimientos, etc. Etc.
Han pasado 15 años y apenas como
aprendí en la historia de Gandhi y el azúcar, misma que me resulta muy
inspiradora acerca de la importancia de la honestidad y el ejemplo para
compartir una lección.
En una ocasión una madre llevó a
su hijo ante Mahatma Gandhi con la esperanza de que este le ayudara a resolver
su problema. La madre estaba muy preocupada porque su hijo estaba comiendo
demasiada azúcar y ella temía que pudiera enfermar si no ponía remedio pronto a
su adicción.
Así que puso su esperanza en
aquella visita en la que pidió a Gandhi que le dijera a su hijo que dejara de
comer azúcar. Pero para sorpresa de la mujer, este le respondió que no podía
decirle eso a su hijo en esos momentos y le indicó que volviera de nuevo con su
hijo dentro de dos semanas.
La mujer volvió a casa
decepcionada ya que había recorrido un largo camino y no había obtenido lo que
necesitaba. Sin embargo, confiaba en la sabiduría de Gandhi así que dos semanas
más tarde volvió a llevar a su hijo ante él.
En esta ocasión, Mahatma Gandhi
miró al niño y con seguridad pero con benevolencia a la vez le dijo: “Hijo, no
comas tanto azúcar”. Ante lo cual el niño aceptó el consejo. La madre miró
agradecida y a la vez perpleja a Gandhi y le preguntó: “¿Por qué debió esperar
dos semanas para decírselo si podía haberlo hecho la primera vez que lo traje?”
Y el sabio le contesto: “Porque hace dos semanas, yo también estaba comiendo
azúcar.”
En mi caso también después de un
año de administración precisa de mis ingresos y egresos, estoy lista para guiar
a las personas de nuestra organización en esta hábil tarea. Mi hermana le está
aportando a la misma un Sistema llamado Fondo Millonario, que ha sido una
verdadera escuela de negocios.
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