Ofrenda 326 para mi santo árbol de raíces divinas.
1. Padre,
mediste todos Tus Hijos para que fuesen mis salvadores y mis consejeros de
visión; los heraldos de Tu santa Voz. En ellos Tú te ves reflejado y en ellos
Cristo me contempla desde mi Ser. No permitas que Tu Hijo se olvide de Tu santo
Nombre. No permitas que Tu Hijo se olvide de su santo Origen. No permitas que
Tu Hijo se olvide de que su nombre es el Tuyo.
2. En
este día entramos al paraíso, invocando el Nombre de Dios y el nuestro,
reconociendo nuestro Ser en cada uno de nosotros y unidos en el santo Amor de
Dios. ¡Cuántos salvadores nos ha dado Dios! ¿Cómo podríamos perdernos en
nuestro trayecto hacia Él, cuando Él ha poblado el mundo con aquellos que
señalan hacia Él, y nos ha dado la vista para poder contemplarlos?
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