Ofrenda 80 para mi árbol de gratitud.
1. Hemos tenido hasta ahora una actitud bastante
relajada con respecto a nuestras sesiones de práctica. Apenas hemos tratado de
dirigir el momento en que debes llevarlas a cabo; el esfuerzo requerido por tu parte
ha sido mínimo, y ni siquiera se te ha pedido que cooperes o que te intereses
activamente en ellas. Este enfoque ha sido intencional, y ha sido planeado muy
cuidadosamente. No hemos perdido de vista lo importante que es invertir
completamente tu manera de pensar. La salvación del mundo depende de ello. Mas
no podrás ver si te sientes coaccionado, o si te abandonas al resentimiento y a
la oposición.
2. Ésta es la primera vez que intentamos
establecer cierta estructura. No interpretes esto erróneamente como un intento
de querer ejercer presión o fuerza. Deseas la salvación. Deseas ser feliz. Deseas
la paz. No lo has logrado todavía porque tu mente no tiene ninguna disciplina,
y no puedes distinguir entre la dicha y el pesar, el placer y el dolor, o el
amor y el miedo. Ahora estás aprendiendo a diferenciar unos de otros. Y grande
en verdad será tu recompensa cuando lo logres.
3. Tu decisión de querer ver es todo lo que
requiere la visión. Lo que quieres se te concede. No cometas el error de creer
que el pequeño esfuerzo que se te pide es una indicación de que nuestro
objetivo es de poco valor. ¿Cómo iba a ser la salvación del mundo un propósito
trivial? ¿Y cómo podría salvarse el mundo
si no te salvas tú? Dios tiene un solo Hijo, y él es la resurrección y la vida.
Su voluntad se hace porque se le ha dado pleno poder en el Cielo y en la
tierra. Con tu decisión de querer ver, se te da la visión.
4. Los ejercicios de hoy consisten en que te
recuerdes a ti mismo a lo largo del día que quieres ver. La idea de hoy implica
tácitamente también el reconocimiento de que ahora no ves. lo tanto, cada vez que
repites la idea, estás afirmando que estás decidido a cambiar tu estado actual
por uno mejor, por uno que realmente deseas.
5. Repite la idea de hoy lentamente y a
conciencia por lo menos dos veces por hora, y trata de hacerlo cada media hora.
No te desanimes si se te olvida hacerlo, pero esfuérzate al máximo por
acordarte. Las repeticiones adicionales deben aplicarse a cualquier situación,
persona o acontecimiento que te perturbe. Puedes verlos de otra manera, y los
verás. Verás lo que desees ver. Ésta es la verdadera ley de causa y efecto tal
como opera en el mundo.
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