Ofrenda 364 para mi árbol jubiloso.
1. Sólo puedo nublar mi santa vista si permito que mi mundo se
entrometa en ella. Y no puedo contemplar los santos panoramas que Cristo
contempla a menos que utilice Su visión. La percepción es un espejo, no un
hecho. Y lo que contemplo es mi propio estado de ánimo reflejado afuera. Quiero
bendecir el mundo contemplándolo a través de los ojos de Cristo. Y veré las
señales inequívocas de que todos mis pecados me han sido perdonados.
2. Tú me conduces de las tinieblas a la luz y del pecado a la
santidad. Déjame perdonar y así recibir la salvación del mundo. Ése es Tu
regalo, Padre mío, que se me concede para que yo se lo ofrezca a Tu santo Hijo,
de manera que él pueda hallar Tu recuerdo, y el de Tu Hijo tal como Tú lo
creaste.
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